viernes, 11 de enero de 2008

My Teacher

- TU??!!!!!!!!! – exclamó la castaña totalmente impresionada, expresando con sus cejas gran temor – que rayos estas haciendo aquí??!!-
- vaya! parece que se conocen – exclamó divertido el nuevo profesor, mientras su pokémon amarillo parecía asombrado por el grito agudo que había dado una de las alumnas, al entrar al aula los nuevos integrantes del curso – pero eso no le da derecho para pararse de forma imprevista y gritar como un Charizard enfurecido –
- lo… - titubeó sonrojada la chica al notar su comportamiento impulsivo, que causo risas entre los presentes, incluyendo al carismático profesor – lo… lo siento señor… -
- bien, no se preocupe señorita…?-
- may – se presento la muchacha, aun con sus pómulos rosados – May señor –
- de acuerdo señorita may, hora siéntese y deje que sus nuevos compañeros se presenten –
- si señor – respondió la chica ocultado la ira que provocaba la presencia de ese chico en el aula, que la veía con una sonrisa irónica, disfrutando la vergonzosa situación que estaba sufriendo.
- por lo que veo, usted ya es conocido aquí – le comento el moreno a su nuevo alumno, un muchacho de diecisiete años, de cabello verdoso y unos pequeños ojos verdes. Este dirigió la vista a su profesor y controlo el asombro que le provoco al reconocerlo. Era nada menos que el actual maestro pokémon – de igual manera no todos lo conocen. Preséntese. – le ordeno, mientras se sentaba en la punta de su mesa y la pequeña rata amarilla se apoyaba en una de sus piernas.
- mi nombre es Drew – inicio el muchacho, con una voz y postura mas segura de lo normal, referente a la situación – provengo de Hoenn y estudiaba en el instituto de una de las ciudades mas conocidas, donde se encuentra el gimnasio de Norman – señalo, enfatizando su voz en la ultima frase. Se generaron algunos murmullos entre los chicos –
- May… - susurró Casey, que se encontraba detrás de la castaña – ese es el chico? –
- si – señalo la muchacha, sin despegar sus ojos azulados del nombrado – mi rival…-
- y por que decidió cambiarse de establecimiento? – inquirió el profesor con duda, ya que sabia que el instituto de Hoenn era de muy buena calida
- mi objetivo es convertirme en uno de los mejores coordinadores pokémon, y pude convencer a mis padres a que me trasladaran a este instituto ya que tiene mejor base en ese aspecto –
- tus padres no querían que te dedicaras a eso?- preguntó el moreno
- no señor, ellos querían que fuera maestro pokémon –
- entiendo – el joven se levanto de su posición, buscando un asiento disponible entre los alumnos. Justo al lado de la castaña de voz aguda, se encontraba disponible –
- Misty… porque justo hoy no viniste o no llegaste temprano… - pensó la muchacha, mientras su mirada suplicaba al joven maestro que no lo sentara en ese lugar. De igual forma, el muchacho no pareció entenderla.
- Drew… - le indico el puesto – siéntate aquí y bienvenido a la clase – el peliverde se movió algo cansado y alzo su ceja al encontrarse con la furiosa mirada azulona de la castaña. Pareció divertirse otra vez con la visión que tenia ante sus ojos.
- hola may… tanto tiempo – la saludo con galantería, mientras estiraba su brazo derecho para entregarle una rosa – sigues tan linda como siempre –
- guarda tus comentarios – respondió fría la chica, aun así tenia sus pómulos acalorados. El chico de cabello azabache se dio cuenta de la situación, lo que le causo diversión.
- eso es lo que provoca el despertar de las hormonas Pikachu – susurró al pokémon con una sonrisa melancólica, mientras que este le devolvía una mirada confusa. Sabia que su entrenador era joven y que había iniciado su viaje pokémon siendo solo un niño, dejando sus estudios a la edad de diez años. Aun así, sus conocimientos en el ámbito de entrenamiento habían crecido notablemente, poseyendo más discernimientos que sus propios compañeros de primaria. – bien clase! – exclamo con su voz grabe, llamando la atención de todos los chicos – sigamos con su siguiente compañera –
- hola – inicio una muchacha de mirada coqueta, de ondulado cabello castaño oscuro y ojos cafés – mi nombre es Giselle, provengo de la ciudad azulona y del respetado centro de enseñanza TEC pokémon –
- que interesante información señorita. Y por que decidió cambiarse?-
- fue por un cambio de trabajo de mis padres, maestro –
- si no me equivoco, ese lugar se dedica solo a la enseñanza de entrenamiento – expreso un chico desde el fondo
- así es, mi sueño es convertirme en la mejor entrenadora de agua –
- me alegro que tenga tan claros sus objetivos Giselle – dijo el profesor con una sonrisa. La muchacha parecía complacida por el gesto, como si su encanto lo hubiera provocado – ahora siéntese -
- gracias señor – sonrió la muchacha con coquetería, mientras se acercaba al escritorio del profesor, para acariciar al pokémon. Las chicas del curso notaron su atrevimiento, lo que les causo molestia enseguida - que lindo pokémon – dijo mientras estiraba sus mejillas con fuerza.
- no hagas eso! – Exclamó Ash asustado – o si no Pikachu va… -
- que co… - comenzó la muchacha mientras veía al profesor, aunque no pudo terminar su frase ya que a la pequeña criatura que estaba “acariciando” le empezaron a brotar de sus rojas mejillas chispas de electricidad, prediciendo lo que ocurriría – AAAHHHHHHH!!!!! – la pobre castaña debió soportar un duro ataque de electricidad de parte del Pikachu.
- Pikachu! Basta!! – le ordenó su entrenador, mientras corría hacia la chica que parecía desvanecerse. Pikachu terminó su ataque enseguida – te encuentras bien? – preguntó a su alumna, que estaba conciente pero totalmente electrocutada
- si, gracias profesor – contesto débilmente, que por su rostro y sus ojos desorbitados parecía mareada. Se dirigió a su puesto asignado, junto a Dúplica, y se estiró sobre su mesa totalmente vencida.
- se lo merecía – susurró para sí, su nueva compañera.
- Ahora que hemos recibido a sus nuevos compañeros, sigamos con las preguntas – Ash se acercó a la chica de cabello lila, provocando su sonrojo nuevamente – me decías Anabel? –
- ah… - comenzó con voz baja y titubeando – pues… si… Si usted… -
- no quiero parecer grosero – interrumpió el trigueño – pero puedes hablar más alto? –
- lo… lo siento señor… - contestó la muchacha con el tono un poco más alto – pues… yo quería… quería preguntarle… - antes que la alumna terminara la frase, un muchacho de cabello castaño se levantó de su asiento junto a la ventana, parecía irritado por el comportamiento de su compañera.
- lo que Anabel desea saber señor – comenzó el muchacho con su voz fastidiada – es si… - por casualidad giró su cabeza hacia las afueras del colegio y se quedó en silencio viéndolo.
Su mirada tan segura fue cambiada por una totalmente atónita. Su compañero que se encontraba al frente, de cabello castaño claro, casi rojizo; se levantó de su puesto algo preocupado por el cambio de su amigo.
- que sucede Georgio?... – preguntó con curiosidad, mientras dirigía su vista hacia el mismo lugar. Exclamó – Misty?! -
Todas las chicas se levantaron rápidamente de sus puestos y se dirigieron con curiosidad a la ventana del aula. Antes que Ash controlara la situación, toda la clase veía expectante el patio. Suspiró vencido y termino por unirse a ellos. Cuando observó el patio, vio como una pareja de alumnos se abrazaba. La chica estaba dándole la espalda, pero pudo determinar por su luminoso cabello y por la bicicleta que se encontraba cercana, que era la pequeña pelirroja que lo había atropellado – a si que se llama Misty… - susurró para sí el joven maestro.
- Genial! – exclamó emocionada May.
- por fin se formó la parejita! – gritó Casey a su lado.

Ash volvió a observar al patio, luego de escuchar los comentarios que hacían sus alumnas. A pesar de que todos aprobaban a los chicos, algo de esa supuesta relación le parecía desagradable.

…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…