jueves, 7 de febrero de 2008

My Teacher

Tocó la puerta con suavidad, mientras cargaba a su Togepi con cierto nerviosismo. Sentía gran bochorno por su atraso, ya habían tocado el cambio y aun no entraba al aula. La puerta se desplegó y se movió de forma horizontal, para mostrar a una figura femenina de gran elegancia. La pelirroja pensó por un momento que había errado en la búsqueda del aula.

- señorita Misty! – exclamó una aguda voz, algo irónica. Misty la reconoció enseguida, era la “dulce” profesora de Coordinación pokémon: Mary.
- Lo siento profesora – dijo la muchacha mientras se inclinaba suavemente, dejando caer mechones de su cabello por su cuello – no volverá a pasar –
- supongo que no – dijo esta en tono amenazante – porque a la próxima vez, usted no entra más a mi clase hasta el fin del semestre – finalizó seria y autoritaria – ahora vaya y siéntese en su puesto asignado –
- gracias maestra – respondió la pelirroja, mientras empuñaba una de sus manos para calmar su ira. Desde que había ingresado la rubia como docente, hace cinco años exactamente, Misty había tenido una muy mala relación con ella. Solía reprenderla por cosas mínimas en todas las clases, desde la caída de un lápiz hasta la falta ortográfica en una palabra en las revisiones de los cuadernos. Y todo ese trato sólo con ella, la pelinaranja sabía que la odiaba desde el comienzo, pero no entendía ni conocía el porque.

Entró a su sala en el momento que se producía un incómodo silencio. Sintió las miradas de todos sus compañeros, sin entender el por qué. Al fin y al cabo… siempre llegaba tarde, no debía ser algo que los sorprendiera de esa manera. Recorrió con la vista los puestos de sus compañeros, hasta llegar a uno desocupado que estaba al lado del de Todd. La pelirroja se sentó a su lado mientras le dirigía una cálida sonrisa en forma de saludo, el chico respondió de la misma manera enseguida.

Para alivio de la pequeña pelirroja, la clase fue totalmente corta. Esto se debió al típico discurso que realizó la rubia, donde predominaban palabras como “esfuerzo”… “futuro”… y otras cosas que poco llamaban la atención de Misty. No así en su amiga Anabel, que solía seguir los consejos al pie de la letra.

Ahora se dirigía lentamente a su próxima clase y unos de sus ramos electivos: Entrenamiento Pokémon. No sabía por que sentía tanto nerviosismo y emoción por aquella asignatura, pero desde el momento que supo de su existencia había soñado con participar en ella.
Su camino fue interrumpido por tres chicas: una castaña, una peliverde y una peliazul. Las tres muchachas la miraban con cierto odio y a la vez alegría, la pelirroja se limitó a cerrar sus ojos y suspirar sonoramente.

– y ahora que pasa? – preguntó cansada, mientras se apoyaba en la pared y les dirigía un mirada irritada, que no era más que una simple actuación.
– y te atreves a preguntarnos? - exclamó May con aire dramático, que causaba más risa que emoción. – te vimos Misty!! Te vimos y no fuiste capaz de contarnos nada!! –
- que?? – preguntó la chica confundida – que cosa hice?? –
- y además lo niegas!! – gritó Casey, quién la apuntaba y le dirigía una mirada de pocos amigos. La muchacha estaba haciendo acorralada por ambas chicas. – pensé que siempre nos contabas todo y confiabas plenamente en nosotras!!! – exclamó dolida, mientras llevaba su antebrazo derecho a su frente
- Alguien me puede explicar que sucede aquí!! – gritó la pelinaranja con desesperación por el acoso de sus supuestas amigas
- A ver Misty… - comenzó Dúplica, que por todo ese momento se encontraba fuera de la conversación – por que no llegaste temprano a clases?? –
- bueno… tuve un problema en casa… y no alcancé a llegar temprano – respondió la muchacha mientras sonreía nerviosamente.
- y luego? –
- pues… fui a dirección y me dejaron entrar… y… Pues… luego me encontré con… - y la pelirroja se interrumpió en seguida, mientras unía las piezas de aquel problema. Finalmente una mueca de horror cubrió su rostro, se apoyo totalmente en la pared con miedo y sus mejillas se tornaron tan rojas como su cabello.
- parece que lo recordaste… - finalizó la peliverde con una sonrisa segura y arrogante, para luego respirar profundamente y dejar escapar su enojo… - ESTAS SALIENDO CON RICHIE Y NI SIQUIERA ERES CAPAZ DE CONTARME??????????!!!!!!!!! – Gritó furiosamente mientras May y Casey la sostenían de ambos brazos, evitando alguna acción contra la pobre pelirroja. Mientras la muchacha de verdes ojos observaba a todos los chicos que las rodeaban con una sonrisa nerviosa y se dedicaba a hacerles señas contra Dúplica para que no creyeran lo que acababa de decir.
- Esta cosa?? Saliendo con mi lindo Richie??? – exclamó divertida una aguda voz con un dejo leve de ironía. Los ojos cristalinos se dirigieron rápidamente hacia aquella voz, que le faltaba mucho para ser… “agradable”.
- Dawn… - susurró frustrada la chica de cabellos de fuego, mientras orbitaba los ojos. En frente de ella una chica de su misma edad, piel clara y pelo azulado la miraba con recelo. Debía reconocer que aquella muchacha era linda, no por nada era la chica más popular del instituto y la más utilizada para las aventuras de todos los hombres en aquel lugar. Es decir… la mayoría de ellos, ya que existía alguien que se resistía a ella: el famoso y codiciado Richie Ketchum.
- veo que no te alegra mucho verme, zanahoria – exclamó la muchacha con ironía, mientras que las seis chicas que la acompañaban reían descaradamente. Una de ellas era su nueva compañera Giselle.
- wau! No puedo creer que estés aquí Dawn!!! – Exclamó emocionada Dúplica, con una alegre sonrisa – veo que pudiste pasar de curso, a pesar de tener solo una neurona –
La frase de Dúplica fue celebrada por todos los presentes, incluyendo a una Misty que cambió su risa por una sonrisa llena de satisfacción hacia Dúplica.
– No te metas en lo que no te importa, alcachofa – devolvió con ira la peliazul, enfureciendo a la impulsiva muchacha.
– Perdón?? Cómo me llamaste?? – preguntó con violencia la peliverde, mientras que Misty se interponía entre ambas.
– basta Dupli… no vale la pena – susurró la chica con semblante serio, para luego dirigirse a Dawn – el problema es conmigo… no es así? … entonces no te metas con mis amigas – y antes de esperar réplica, Misty siguió su camino con sus amigas rápidamente. Por suerte de Dúplica, el timbre la salvó del discurso que seguramente la pelirroja estaba por decirle.

Con frustración la chica se dirigió a las canchas de entrenamiento, en busca de un descanso para su primer día de clases, por ahora no había tenido más que problemas.

- Misty!! Espérame – el gritó de Anabel le llegó suavemente, pero lo suficiente para entenderlo. Se quedó en pie, mientras observaba correr a la chica de cabellos y ojos lila. Esta se encontró a su lado en pocos minutos. – También te inscribiste en la clase de Entrenamiento? – preguntó la chica cuando iniciaron la marcha.
- si – respondió la pelirroja con una sonrisa – mis hermanas quieren que me haga cargo del gimnasio al salir del instituto, a si que debo prepararme para ser una buena líder –
- ya veo… - comentó la chica en un susurro. Permanecieron en silencio por unos minutos, mientras observaban como las canchas se encontraban más cerca.
- y tu Anabel? – inició la pelirroja – por que te inscribiste? –
- bueno… - dijo la muchacha algo sonrojada, mientras entraban a la cancha donde estaba reunida la clase – es que mi sueño es… -
- QUE?????!!!!!!!!!!!!!! – la interrumpió Misty, quién tenía en su rostro una mueca de asombro y temor – QUE RAYOS HACES TÙ AQUÍ???????!!!!!!!!!!! –

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