miércoles, 28 de mayo de 2008

My Teacher

- adiós profesor!! – exclamó una chica de cabello rosa, el cual estaba atado en dos grandes coletas. El trigueño debió parar lo que hacía por un momento para levantarse y despedirse de la chica, el penúltimo alumno que quedaba en las canchas de batallas pokémon. Cuando volvió a realizar lo que antes hacía, que era ordenar los papeles que llevaba, una voz detrás de él lo interrumpió.

- eres un buen actor – exclamó divertida una voz masculina. Ash se limitó a sonreír, mientras se daba la vuelta para verlo de frente. – has mostrado indiferencia en toda la hora –
- recuerdo que siempre fuiste una persona de bajo perfil – respondió el trigueño, a la vez que se encontraba frente a un chico muy parecido a él, solo que su cabello era castaño y sus ojos azules – así que supuse que no querías que tus compañeros se enteraran –
- si, me conoces bien – afirmó el castaño, mientras sonreía. Luego se acercó y le dio un fraternal abrazo al trigueño, este lo respondió en seguida. – han pasado muchos años, verdad? –
- sólo dos años Richie – dijo el maestro mientras sonreía y se separaba del abrazo – aunque no has cambiado en nada –
- tu tampoco – respondió el castaño, para luego acercarse al Pikachu que estaba sentado, observando feliz la escena – y Pikachu sigue igual – dijo a la vez que acariciaba la cabeza de la criatura amarilla.
- como esta Sparky? – pregunto Ash, mientras volvía a su antigua acción: Ordenar los documentos que tenía sobre la banca.
- pues bien, aunque extrañaba a su hermano – respondió Richie, mientras dirigía sus pasos hacia las pokébolas que descansaban en el suelo y comenzaba a guardarlas en el bolso de su profesor.
- y por que no lo llevas contigo? –
- decidí dejarlo con mamá hoy – señalo el castaño, mientras seguía cogiendo algunas pokébolas. – Sparky aun mantiene el horario estival, seguramente sigue durmiendo a esta hora –
- y… como esta mamá? – preguntó casualmente el trigueño. Richie se dio la vuelta para ver su expresión, aunque no lo consiguió, ya que el semblante de su hermano estaba escondido.
- ella esta muy bien… aunque te extraña – señalo con tristeza, mientras intentaba observar los rasgos que había tomado la cara del trigueño. Unos minutos pasaron y, al no recibir respuesta sobre lo que había dicho, el muchacho suspiró. Luego su mirada se volvió fría y una mueca de cansancio adorno su semblante – vamos Ash!! No es hora de que te arregles con ella??!! – gritó el chico, irritado.
- ponte en mi lugar alguna vez – contestó el moreno, con voz serena y seria – sabes lo importante que era para mi iniciar el viaje… - señaló el chico, luego se dio vuelta y su hermano se sorprendió al ver un mirada llena de ira en su rostro – Y ELLA NUNCA FUE CAPAZ DE APOYARME!! –
- el que debería ponerse en el lugar de otro, eres tú – exclamó su hermano, mientras se levantaba y adecuaba una posición defensiva. – recuerda que nuestro padre desapareció por un viaje, sabes todo lo que ella sufrió cuando lo perdimos!! –
- y también sabes que yo deseaba viajar para encontrarlo, verdad?! – exclamó enojado, a la vez que tomaba sus posesiones para salir de la cancha. El castaño se vio en la obligación de seguirlo.
- claro! Con diez años llegarías muy lejos!! – ironizó el chico, provocando que el joven maestro se enfureciera y se diera la vuelta para enfrentarlo.
- DEJA DE MENTIR RICHIE!! TU TENIAS EL MISMO DESEO!! –
- PERO TENGO LA INTELIGENCIA PARA DARME CUENTA DE QUE ERA UNA ESTUPIDEZ!! –

El silencio reino unos minutos entre ambos chicos, en un ambiente tan duro y frio como el mismo hielo. Ash observaba a Richie totalmente enfadado y, aunque no lo quisiera reconocer, dolido y desilusionado. Durante sus diez años de viaje, la única persona cercana que lo había apoyado era su incondicional hermano menor. Siempre le preguntaba como le estaba yendo, en que ciudad se encontraba y que lugar había obtenido en las ligas que había participado. Hasta, en innumerables ocasiones, su madre lo había castigado por seguir a escondidas sus batallas por televisión.

- entonces debo suponer que todo estos años has estado actuando – dijo el moreno con voz ronca y algo baja para el contexto. El castaño sabía que Ash se comportaba así, solo en las situaciones donde realmente estaba enojado; por lo que decidió disculparse rápidamente.
- lo siento Ash… en verdad no quise decir eso – susurró arrepentido el chico, de igual forma no se daría por vencido tan fácilmente. – pero es comprensible el actuar de mamá!. Piensa que nuestro padre desapareció cuando tenía veinticinco años, ¿cómo te iba a apoyar, si sólo tenías diez años?! –
- eso no explica que evitara la comunicación y no me dejara regresar a casa, cuando terminaban las ligas – respondió el muchacho, claramente abatido por las acciones de su madre.
- de igual forma diez años enojados es una exageración – susurró el chico, también entristecido por la relación entre su madre y su hermano mayor. Luego se acercó al trigueño, cuya mirada permanecía escondida bajo sus cabellos negros, y colocó suavemente su mano en su hombro. – se que ella esta sufriendo tanto como tú – dijo, para luego marcharse del lugar.
- espera! – gritó su hermano, lo que hizo que se diera la vuelta de inmediato. En el momento, Ash parecía buscar algo en el bolso de su Notebook. Luego de unos minutos, sacó de él un sobre blanco y se lo entrego a Richie.
- y esto? – preguntó intrigado el castaño.
- lee lo que dice – indicó Ash un poco más animado. – También cuéntale a mamá – señalo feliz, cuando su hermano menor le devolvió la mirada llena de felicidad y orgullo.



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Nota: de acuerdo... me demore mucho, por lo que tienen un doble capitulo. Sigan arriba ^^

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