sábado, 19 de abril de 2008

My Teacher

El trigueño se giró con una graciosa mueca hacia el lugar del gritó. Allí una linda pelirroja lo observaba con un semblante impregnado de miedo, mientras dirigía el dedo índice de su mano derecha hacia él. Era obvio que se había sorprendido por su presencia en aquel establecimiento. El joven maestro se limitó a observarla con una tierna sonrisa.

- QUE RAYOS HACES TU AQUÍ???????!!!!!!!!!!! – exclamó la chica, para luego dirigirse rápidamente hacia él y acercar su rostro con el fin de intimidarlo. La muchacha estaba tan concentrada que no notó como sus compañeros de electivo la miraban con desaprobación y asombro.
- creo que esa respuesta es mía, señorita – señaló el chico con una mirada segura, mientras alzaba una de sus cejas suavemente. Claro que ese gesto dejo muda a más de alguna alumna, aunque no a aquella atrevida chica. – esta no es clase para una muchacha de primaria -
- QUE??!! DE PRIMARIA??!!! – preguntó la muchacha totalmente sonrojada y sorprendida – el que debería ir en primaria eres tù!!! No se como estas aquí, niñato!!!! – ante el insulto el profesor se limitó a reír, mientras los rostros sorprendidos aparecían en más alumnos.
- vamos Misty… cálmate! – contesto el moreno mientras reía y elevaba sus manos hasta la altura de su cara. La chica permaneció silenciosa al escuchar su nombre, era extraño que ya lo supiera si no se habían presentado formalmente. Aunque en ese instante eso no tenía la mayor importancia.
- para ti WATERFLOWER! – contestó la pelirroja con enfado. La situación fue interrumpida cuando alguien se acercó hacia ella por la espalda. De inmediato un cálido escalofrío la atacó y un conocido perfume masculino la serenó; seguramente Richie estaba detrás suyo y muy cerca…
- no es conveniente para ti Misty – susurró el muchacho en su lóbulo izquierdo. Al sentir la suave respiración, la pelirroja sintió como su corazón aumentaba la rapidez de sus latidos, sus piernas perdían fuerza y sus mejillas se sonrojaban. El chico que tenía enfrente miraba con el entrecejo fruncido aquella situación, algo extrañado y sorprendido. – aquel “niñato”… es tu profesor – y apenas finalizó la frase el castaño, todos las dulces sensaciones desaparecieron por arte de magia en la pelirroja. La mueca de un grito sordo apareció en su semblante y sus mejillas se tornaron moradas mientras dirigía su mirada verdeazulada a dos cálidos ojos almendrados que se reían silenciosamente de ella. El bochorno iba en aumento.
- QUUUUUEEEEEEE????!!!! –
- se entero al fin? – inició su maestro con voz suave y divertida, a la vez que dibujaba una hermosa sonrisa en sus labios. – señorita Waterflower? –
- y… yo… yo lo siento señor – respondió la chica avergonzada y arrepentida, mientras realizaba una pequeña inclinación dejando caer mechones rojos por el costado de su cuello. – en verdad yo no… yo no sabía –
- descuide señorita, aquello es evidente. Aunque le agradezco la diversión que me proporcionó – dijo el joven con sus ojos cerrados y sonriéndole. Evitando que viera la mueca de enfado en la pelirroja y su demostrativo entrecejo fruncido. – puede sentarse –
- gracias señor – respondió la pelinaranja, algo enfadada - entonces sabía?? No me dijo sólo para reírse de mí??!! – pensó.

Luego de unos cinco minutos la clase se inició. El electivo contaba con unos veinte alumnos en total, provenientes de las cinco diferentes clases que existían del mismo grado. Para suerte de la chica con mirada verdeazulada, no había divisado a la molesta y chillona Dawn; por lo que creía que tal vez podría tener más rato a solas con Richie. Una ventaja encontrada en aquel primer día de clases, que había sido el más horroroso de todos los que recordaba.
la clase entera se encontraba sentada en unas bancas ubicadas al costado de una de las canchas de entrenamiento pokémon, algo incómodo pensó la pelirroja para tomar apuntes adecuados.

- bueno clase! Bienvenidos al electivo de entrenamiento pokémon – inició el moreno con una voz grave y energica – para los que aun no me conocen, soy Ash ketchum y seré su maestro en esta clase. Seguramente me encargue también, del ramo común “técnica pokémon” en sus cursos, por lo que nos veremos muy seguido. – aquella frase le produjo escalofrìos involuntarios a Misty. – Primero, deseo comentarles el objetivo que tengo como prioridad para esta clase. Y esta es incrementar sus habilidades como entrenadores en forma práctica. Aquí no necesitaran cuadernos ni lapiceras, sólo una pokébola y su imaginación para realizar los mejores ataques. – un muchacho de cabello verde levanto su brazo, interrumpiéndolo – si? –
- entonces no veremos nada de teoría?? –
- no en este electivo. Todos los ataques y las defensas lo veremos teóricamente en “técnica pokémon”. Aquí sólo nos dedicaremos a realizarlas. Alguna otra pregunta? - al ser el silencio la respuesta, Ash se dirigió a un pequeño bolso que tenía cerca de sus pertenencias y de el sacó veinte pokébolas. Luego explicó a sus alumnos – dentro de cada pokébola hay un pokémon; los veinte son del mismo elemento, de la misma especie y del mismo nivel. Quiero que cada uno tome una pokébola, se ubiquen libremente en parejas y se dispersen por las diez canchas que contamos. Tendrán una batalla, pero les pido que sean suaves para no dañar de gravedad a los pokemon. Empiezen! –

Rápidamente los alumnos se ubicaron y comenzaron con las prácticas. Ash se dedicaba a pasar por parejas para observarlos y corregir algunas de sus fallas, de igual forma le impresiono como muchos alumnos tenían amplia experiencia sobre batallas. En especial una chica de cabellos ondulados y grandes ojos oscuros. Reconoció de inmediato que era parte de su clase, donde era profesor jefe. En el momento la chica ordenaba a su Sandshrew, pokémon que estaba dentro de la pokebola, realizar un increíble golpe directo en su oponente.

- y… gané – celebro con seguridad la castaña, mientras acariciaba sus cabellos con coquetería. Anabel, quien era su pareja miraba con temor el resultado del ataque.
- muy bien Giselle! – exclamó una voz masculina. La chica supo inmediato de quien se trataba.
- me estaba viendo, profesor? – exclamó emocionada la chica, cambiando su aire egocentrista de inmediato.
- si, vi tu ataque… fue muy impresionante – exclamó el moreno, elevando de inmediato el autoestima de la muchacha – pero nunca serás una buena entrenadora si no eres modesta –
- que? – exclamó en voz baja, algo impresionada.
- mira – Ash le indicó hacia el centro de la cancha, donde Anabel había logrado esquivar el ataque y ordenaba a su pokémon dar una embestida.
- pe..pero cómo??!! –
- no seas tan confiada – dijo el trigueño con voz baja, mientras dirigía su mano derecha a una sonrojada Giselle y tocaba con suavidad la punta de su nariz. Luego se dirigió a otra pareja, dejandola muy sonrojada y sorprendida.

Después de analizar a cuatro alumnos más, se dirigió a la última pareja. Allí estaban los dos “enamorados”: Richie y Misty. Al parecer ambos estaban muy concentrados, por lo que no notaron su presencia. El trigueño se limitó a observarlos en silencio, en ese momento Misty atacaba con habilidad al pokemon del castaño.

- Auch Mist! Eso duele!! – exclamó divertido el chico.
- lo siento Rich, pero fue tu culpa elegirme como pareja – dijo la pelirroja con una seguridad increíble – por algo soy la líder de gimnasio de esta ciudad –
- vaya! Parece que cuando combates te trasformas! – dijo el castaño, mientras se reía alegremente.
- deja de molestarme!! – exclamó enfadada la pelirroja, lo que causaba más risa en su pareja.

Mientras tanto el carismático profesor miraba sorprendido a la chica – líder?? de gimnasio? – susurró para sí mismo

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